Cruz de la misión. Cerro La Poncha. |
Existen muchos lugares encantadores cuyos caminos son desconocidos, muchas veces pensamos en que ciertas montañas son difíciles de escalar, o por el contrario, imaginamos subir a ella de una forma muy sencilla cuando de cerca frente a nosotros, para conquistarlo es bastante difícil y a veces, peligroso.
Ruta solo de ida |
De acuerdo a la historia, Pregonero, capital del municipio
Uribante, estado Táchira fue fundada en dos ocasiones la primera en el caserío
la Poncha de la hoy aldea Rubio, un pequeño caserío a finales del siglo XVII
constituido por indígenas, algunos españoles y misioneros, se cuenta que dicho caserío
contaba con una pequeña capilla, estos inicios de fundación fueron detenidos
cuando una disputa entre indígenas lleva a la destrucción del caserío. Posteriormente,
Pregonero se funda y con el paso del tiempo sufre modificaciones camino a una
verdadera civilización.
Lo que en un tiempo seria la vía a san Cristóbal y que se
denota en la montaña al viajar a la aldea o salir a la capital del estado, esa
amplia línea, hoy camino que aún perdura cubierto por la maleza, con algunos
tramos limpios. Dicho camino, inicia en la sub estación eléctrica después de
cruzar el puente sobre la quinta, frente a esto la montaña conocida como los
garabatos que se une a las montañas que adornan a Rubio y a las montañas de
Paramito, ese zigzag notorio, tras ciertos kilómetros se esconde entre el
helecho y la maleza, el camino es intermitente y una vista lejana del pueblo de
Pregonero, abriendo camino mientras el Morro es imponente a nuestro lado. Más adelante,
en una colina una cruz, la cruz de la misión, ya los garabatos están atrás,
frente al caserío la poncha, esa colina que lleva ese mismo nombre y deja ver
el resto de montañas que adornan Rubio y el resto de aldeas de Pregonero
ubicadas por ese lado; por supuesto, las aguas verdes del embalse la honda no
se quedan atrás, al igual que en el rabo de la montaña un monasterio se deja
ver.
Esta cruz de acuerdo a relatos de los pobladores, fue traída
por los misioneros en procesión por allá en 1994, como tradición se tenía hacer
el viacrucis por la vía que hemos recorrido; hoy, solo la visitan de vez en
cuando para hacerle limpieza, y lo hacen por el camino más cercano, detrás de
la granja avícola que hay en este lugar.
Una ruta de montaña difícil pues no siempre el camino se
hace ver, por eso es fundamental el acompañamiento de un guía.