El Bolívar Chácaro: Cuando el Héroe se Viste de Pueblo Andino
La figura de Simón Bolívar suele estar asociada al uniforme militar y la gloria de la guerra. Sin embargo, en nuestra querida población de Pregonero, la tierra de los chácaros, se levanta una estatua ecuestre que deliberadamente rompe ese molde: el Bolívar Chácaro, como lo llaman con afecto los habitantes. Esta denominación es el reflejo del profundo vínculo entre el Libertador y los hijos de Uribante, a quienes el escultor Alí Moncada rindió tributo. Más que un monumento, es una declaración de identidad regional, que viste a Bolívar con la sencillez y el orgullo de este gentilicio andino.
La obra de Alí Moncada es un
compendio de simbolismo geográfico y cultural, lo reconocida desde 2009 como la
estatua más hermosa y representativa del paso de Bolívar por el estado Táchira.
Moncada despoja a Bolívar de sus insignias militares para dotarlo de los
símbolos esenciales de la vida campesina:
La ruana: un tipo de poncho de
lana o paño que cubre al Libertador desde los hombros, un atuendo vital para
combatir el frío andino.
La Chácara: el elemento que le
da nombre a la obra, esta antigua mochila o bolso entrecruzado, de fique o cuero,
dio origen al calificativo de chácaros, “allá vienen lo de las chácaras”, usado
para referirse a los hijos de Uribante. Tradicionalmente, servía para cargar miche,
chimú y demás pertenencias. La chácara terciada, colgando sobre la ruana, es el
detalle que integra al héroe a la cotidianidad del pueblo.
El entorno de la estatua también
esta cargado de significado: la base de la escultura alude al cerro El Llorón, también
conocido como El Morro o La Tortuga, una
meseta – falso tepuy- ubicada junto a la Represa Uribante-Caparo. Su nombre se
debe a la peculiaridad de "derramar aguas desde su alto a manera de
llanto" luego de recolectar la lluvia en su cima cóncava.
Las patas posteriores del
caballo rozan unos frailejones, la planta endémica que solo crece en los
páramos de los Andes venezolanos, especialmente en Táchira y Mérida, sirviendo
como sello del paisaje local.
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| La Chácara que lleva puesta la escultura, vista desde el Templo San Antonio de Padua |
El entorno de esta obra de
arte también sufrió una transformación notable a finales de la década del 2000.
Desde mediados de 2008, el ingeniero Ciro Mora y los arquitectos Libia Pacheco
y Luis Enrique Chacón (oriundo de Pregonero) iniciaron la remodelación de la
Plaza Bolívar. Tras cinco meses de arduo trabajo, la plaza fue reabierta al
público en diciembre de 2008, ofreciendo un renovado espacio de encuentro
familiar y comunitario como regalo navideño. Finalmente, bajo la dirección del
Ingeniero Agustín Oswaldo Moreno como alcalde del municipio Uribante, la
remodelación fue culminada e inaugurada oficialmente el 12 de marzo de 2009,
consolidando el entorno digno de este monumento único.
El Bolívar Chácaro es un
poderoso recordatorio de que los grandes héroes son apropiados y honrados por
el pueblo de maneras que van más allá del bronce y el mármol. Al vestirlo con
la ruana y la chácara y ubicarlo sobre el Cerro Llorón, Alí Moncada inmortalizó
no solo a Simón Bolívar, sino también la fortaleza, la identidad y la belleza
natural del gentilicio uribantino. La renovación de la plaza que lo acoge
asegura que este emblema, tan representativo del alma de Pregonero, continúe
siendo un vibrante centro de orgullo cultural para las generaciones venideras.



